1973: un derrame cerebral deja casi ciego a Sartre. Toma como secretario a Benny Levy, ex-dirigente de la Izquierda Proletaria, el grupo maoísta que trató de prolongar mayo del 68 mediante la práctica de la proletarización en fábricas, la acción directa, llegando a rozar la lucha armada. Una mezcla de impulsos leninistas y anti-autoritarios.
Sartre y Levy trabajan juntos hasta la muerte de Sartre, lectura y conversaciones de las que tenemos algunas transcripciones y apuntes de Levy. ¿Cuáles son los ejes del pensamiento conjunto? Yo diría: repensar la revolución tras mayo del 68 y haciendo autocrítica de las posiciones de vanguardia (tanto en la política como en el saber). 4 claves al menos:
-pensar una temporalidad atea de la revolución, más allá de la mística del instante revolucionario. Sartre había descrito la revolución como un Apocalipsis en la “Crítica de la razón dialéctica”. Ahora aparece la necesidad de pensar el carácter “interminable” de la revolución para salir de los impases de Termidor: la toma del poder como “coronamiento” del proceso insurreccional. Es la “glaciación” de la revolución, cuando el otro aparece como “traidor”.
-pensar una fraternidad sin terror, donde una articulación de singularidades sustituye a la homogeneización por vía de un tercero (el jefe, el centro, la cabeza). Se trata de formular un “pluralismo radical”, la reciprocidad del hacer múltiple contra la acción estatalista. “Decapitar” la revolución, salir del fantasma del Gran Sujeto, la síntesis totalizadora.
-pensar la articulación entre el frío y el calor: la sociedad humana está compuesta de momentos fríos (inercia, grupos humanos pasivos, la serie) y calientes (minorías activas, grupo en fusión, insurrección). Ninguno de los dos puede desplazar completamente al otro, hay que pensar de nuevo su engarce: la combinación de la democracia directa (acción) y la indirecta (que no representativa, ojo).
-pensar hasta el fondo este hecho: ya no existe la izquierda, a pesar de gesticulaciones y palabrería, sólo hay derecha. Únicamente hay modos de hacer y de vivir de derechas: la gestión de lo existente y el modelo humano capitalista. La radicalidad (la impugnación de esto) es una necesidad y al mismo tiempo lleva a un callejón sin salida. La esperanza es insistencia a pesar de todo.
Amador Fernández Savater (Madrid, 1974) va y viene entre el pensamiento crítico y la acción política, buscando siempre su encuentro. Es editor de Acuarela Libros (acuarelalibros.blogspot.com), ha dirigido durante años la revista Archipiélago y ha participado activamente en diferentes movimientos colectivos y de base en Madrid (estudiantil, antiglobalización, copyleft, "no a la guerra", V de Vivienda, 15-M). Es autor de “Filosofía y acción” (Editorial Límite, 1999), co-autor de "Red Ciudadana tras el 11-M; cuando el sufrimiento no impide pensar ni actuar" (Acuarela Libros, 2008) y coordinador de "Con y contra el cine; en torno a Mayo del 68" (UNIA, 2008). Actualmente, emite semanalmente desde Radio Círculo el programa "Una línea sobre el mar", dedicado a la filosofía de garaje.