En el centro del ensayo la cuestión de la verdad. La verdad según Weil no es correspondencia con el objeto o coherencia del discurso, sino efecto del deseo. “La recta es lo que yo trazo pensando en una recta pura. La verdad es lo que yo pienso deseando la verdad”.
Ese deseo encuentra obstáculos, pero sólo para la imaginación narcisista del yo lo son realmente. En realidad son instrumentos y medios: como el agua y el viento para un barco. Se piensa contra el yo, contra sus ilusiones de libertad absoluta, comprendiendo las mediaciones necesarias en las que navega toda vida.
El prestigio como imagen hinchada del yo, los partidos y las iglesias como yoes colectivos, la guerra como sueño de la imaginación narcisista que pretende destruir al otro y todas las mediaciones: modos de no pensar, de negar y someter el pensamiento. La verdad es solitaria.
La guerra, como analiza en su bellísimo comentario a La Iliada, es el dominio de la fuerza que convierte todo en cosa: a quien la maneja y a quien la sufre. Después de enrolarse brevemente en la Columna Durruti durante la guerra civil española, experiencia que siempre reivindicará, Weil escribe a G. Bernanos una carta horrorizada por el trato reservado a los enemigos (“matar desconociendo la existencia real y concreta del otro, reducido a ‘fascista’ o a ‘cura'”).
Contra la fuerza, propone la “acción no actuante” que reactiva el sentimiento infantil de querer ser acogidos, la expectativa del bien. Durante la II Guerra Mundial Weil diseñó al parecer una propuesta estratégica en la cual las enfermeras ocupaban la primera línea del frente mostrando una valentía de otro signo a la de las SS, basada esta vez en la expectativa del bien.
A pesar de lo que dicen los admiradores de la fuerza, también las luchas pacíficas han cambiado el mundo: plebeyos romanos, obreros franceses, mujeres… Un vínculo sin fuerza: Tao, Dios, Amor, mediaciones entre los seres humanos, los humanos y las cosas, las cosas y las cosas, cada alma y ella misma.
Pelear, en la fábrica, la vida cotidiana o el frente de guerra, pero “no creer que hay nada al abrigo de la suerte, no admirar jamás la fuerza, no odiar a los enemigos, ni despreciar a los desgraciados”.
Amador Fernández Savater (Madrid, 1974) va y viene entre el pensamiento crítico y la acción política, buscando siempre su encuentro. Es editor de Acuarela Libros (acuarelalibros.blogspot.com), ha dirigido durante años la revista Archipiélago y ha participado activamente en diferentes movimientos colectivos y de base en Madrid (estudiantil, antiglobalización, copyleft, "no a la guerra", V de Vivienda, 15-M). Es autor de “Filosofía y acción” (Editorial Límite, 1999), co-autor de "Red Ciudadana tras el 11-M; cuando el sufrimiento no impide pensar ni actuar" (Acuarela Libros, 2008) y coordinador de "Con y contra el cine; en torno a Mayo del 68" (UNIA, 2008). Actualmente, emite semanalmente desde Radio Círculo el programa "Una línea sobre el mar", dedicado a la filosofía de garaje.